La vitamina C es un micronutriente hidrosoluble (se disuelve en agua). Las cantidades no utilizadas de vitamina C salen del cuerpo a través de la orina. Eso quiere decir que necesitamos un suministro constante en la dieta diaria.

Es una vitamina sumamente inestable ante el calor, la luz y el oxígeno, es por esto que la oxidación de vitamina C comienza con el exprimido de la fruta y el zumo entra en contacto con el oxígeno. La velocidad de degradación dependerá de la acidez del zumo y de la temperatura de exprimido y conservación del mismo. Pueden pasar varias horas antes de que se oxide de forma significativa. En cualquier caso, lo aconsejable es consumir el zumo lo antes posible.

Numerosos estudios afirman que la vitamina C se oxida si se expone a temperatura ambiente y al oxígeno, pero el producto que se origina tiene propiedades similares a las del micronutriente no oxidado. Si se expone a temperaturas más elevadas, luz solar y al contacto directo con el oxígeno, se producirá una pérdida veloz y más significativa de vitamina C.  Pueden pasar hasta unas 10-12 horas sin perder totalmente el contenido de vitamina C de un zumo recién exprimido. Por lo tanto, no se pierde fácilmente y si compramos un zumo envasado, lo recomendable es consumirlo en el plazo de 3-4 días después de abrirlo.

Lo ideal es conservar los zumos recién exprimidos en envases tapados, evitar la luz solar y las altas temperaturas, para mantener todos los nutrientes el mayor tiempo posible.

Las funciones de la vitamina C

  • Formar parte de una proteína (colágeno) para producir la piel, los tendones, los ligamentos, etc.
  • Ayudar en la síntesis de neurotransmisores
  • Crear el tejido cicatricial, sanar las heridas y mantener las mucosas
  • Reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes
  • Ayudar a la absorción del hierro
  • Reducir el cansancio y la fatiga
  • Bloquear el daño causado por los radicales libres. Es un potente antioxidante

Todas las frutas y verduras contienen alguna cantidad de vitamina C.

  • Frutas y zumos cítricos
  • Kiwi, mango y piña
  • Fresas, frambuesas, moras y arándanos
  • Sandía o melón
  • Brócoli, coles y coliflor
  • Pimientos rojos y verdes
  • Espinaca y otras verduras de hoja verde
  • Patatas
  • Tomates

*Cocer los alimentos ricos en vitamina C o almacenarlos durante mucho tiempo puede reducir el contenido de dicha vitamina.

Signos y síntomas en el déficit de vitamina C

  • Disminución de la capacidad para combatir infecciones y constipados
  • Anemia y disminución de la velocidad de cicatrización
  • Sangrados nasales
  • Perdida del esmalte de los dientes
  • Cabello seco, piel áspera y reseca
  • Dolor e inflamación de las articulaciones
  • La forma más grave de deficiencia de vitamina C se conoce como escorbuto

Consume frutas, verduras y hortalizas frescas cada día!!!