Las proteínas son un tipo de macronutriente que se utiliza fundamentalmente para la construcción y reparación de nuestro organismo. Han de ir renovándose permanentemente, cambiándose las “piezas” viejas por otras nuevas.

Las funciones más importantes de las proteínas en nuestro organismo son las siguientes:

  • Enzimática: actúan como biocatalizadores metabólicos
  • Hormonal: insulina, glucagón, corticoesteroides, etc
  • Reguladora: expresión de los genes
  • Homeostática: equilibrio osmótico, mantenimiento del pH del medio
  • Defensiva: inmunoglobulinas, trombina, fibrinógeno, etc
  • Transporte: hemoglobina, mioglobina, lipoproteínas, etc
  • Etc

Calidad y fuentes  proteicas

Todas las proteínas están formadas por la unión de diferentes “eslabones” denominados aminoácidos. Se componen de más de 100 aminoácidos cada una.

Cabe diferenciar entre aminoácidos esenciales que son 10 (no somos capaces de fabricarlos) y la única fuente es la ingesta directa a través de la dieta. Los aminoácidos no esenciales si podemos sintetizarlos en el organismo a partir de otras sustancias. Existen 20 aminoácidos diferentes, así la calidad biológica de una proteína queda determinada por la cantidad de aminoácidos esenciales que presenta. La albúmina del huevo es la más completa y a partir de ella se comparan el resto de las proteínas existentes. Esta recibe el valor unitario y a partir de este valor se van clasificando.

Las proteínas animales contienen todos los aminoácidos esenciales (leche, queso, yogur, marisco, huevos, carne, pescado, etc.) y son las más valiosas para el organismo, aportando una buena calidad biológica.

Cuando tomamos conjuntamente  cereales junto a  legumbres, la proteína resultante es de buena calidad biológica. Los cereales carecen de lisina, un aminoácido esencial y las legumbres carecen de otro aminoácido esencial llamado metionina, al juntarlos se complementan y resulta una elaboración completa desde el punto de vista proteico (ejemplo: arroz con habichuelas)

Déficit proteico

La deficiencia continuada de proteína es una causa importante de enfermedad y muerte en países del tercer mundo. El déficit de proteína en la dieta, puede desencadenar la enfermedad conocida como kwashiorkor. En países desarrollados no es usual, pero la deficiencia de proteína puede presentarse en personas a dieta estricta o personas convalecientes de una enfermedad o intervenidas quirúrgicamente. De igual modo con determinados grupos (veganos, vegetarianos estrictos) puede aparecer déficit si la proteína consumida está “incompleta” (carece de algún aminoácido esencial). En caso de tomar menos proteínas de las requeridas, no podremos ir “reparando” las pérdidas diarias que se producen en nuestro cuerpo (músculos, huesos, etc.), generando dolores musculares y óseos, etc.

La cantidad de proteína que necesitamos al día es aproximadamente el 15% de las calorías totales diarias (Ej. para una dieta de 2000 kcal./día, se estima: 0,8-1 g. proteína / kilogramo de peso / día). Hemos de tener en cuenta que durante el crecimiento, la lactancia, el embarazo se necesita más cantidad de proteína en la dieta.

Exceso de consumo proteico

Como el organismo es incapaz de almacenar las proteínas, su exceso es digerido y convertido en azúcares o ácidos grasos. El hígado retira el nitrógeno de los aminoácidos, para poder ser consumidos como combustible (energía), incorporándose a la urea, una sustancia que es excretada por los riñones. Estos órganos pueden con cualquier sobrecarga adicional, pero si existe enfermedad renal o una dieta exclusivamente proteica continuada en el tiempo, puede generar perjuicios para el sistema renal y en consecuencia para nuestra salud.

El consumo excesivo de proteínas puede tener algunas consecuencias:

  • Problemas renales
  • Disfunción hepática (toxicidad)
  • Pérdida de densidad ósea

 

Artículo desarrollado por nuestro Dietista – Nutricionista