El Síndrome del Anticuerpo Antifosfolípido (SAF) es una enfermedad crónica donde el organismo produce anticuerpos que afectan la coagulación sanguínea, llevando a la formación de coágulos que pueden obstruir el paso de sangre por las venas y arterias.
Hemos de tener una dieta sana, equilibrada y variada con el fin de mantener un peso saludable y así reducir los riesgos cardiovasculares asociados a sobrepeso y obesidad.
Si tomamos Sintrom (medicamento anticoagulante), trataremos de mantener el consumo de vitamina K lo más ajustado posible. Si su dieta es equilibrada y variada, el nivel de vitamina K ha de ser bueno y no afectar a su INR (parámetro de control del efecto de Sintrom), ni a la dosis de Sintrom.
Si la dieta contiene algunos alimentos ricos en vitamina K, no hay que cambiar el tipo de alimentación. Sin embargo, si hay un exceso de alimentos con vitamina K, hará que la sangre pueda coagularse más fácilmente y disminuirá el efecto del Sintrom, pudiendo generar un mayor riesgo de coagulación sanguínea.
Las verduras de hoja verde son algunos de los alimentos ricos en vitamina K, esto no significa que estos alimentos deban evitarse, pero sí hemos de mantener la misma dosis diaria.
Además de controlar el contenido en vitamina K de los alimentos, los pacientes con síndrome antifosfolípido que toman Sintrom, tienen que saber que algunas hierbas y especias son anticoagulantes naturales y por tanto no abusar de ellas.
Debemos mantener un consumo de alcohol mínimo debido a la interacción entre el alcohol y el acenocumarol (Sintrom).
Los pacientes con SAF deben reducir también el riesgo de trombosis por otras causas:
- Dejar de fumar
- Hacer ejercicio de forma habitual
- Mantener un peso corporal adecuado (control IMC)
- Seguimiento de la presión arterial para descartar hipertensión arterial
- Revisar los niveles de glucosa para descartar diabetes
- Control de los niveles de colesterol en sangre
Alimentos ricos en vitamina K (alimentos de consumo ocasional):
Se recomienda que el individuo que padece esta patología consuma cantidades fijas de alimentos con vitamina K y no en muy altas cantidades.
- Las hierbas y especias (albahaca, tomillo, perejil, cilantro, etc.)
- Verduras de hoja verde oscuro (col rizada, col de Bruselas, repollo, berza, berro, brócoli, espinaca, etc.)
- Cebollino y Cebolletas
- Espárragos
- Chile en polvo, curry, paprika.
- Pepinillos en vinagre
- Ciruelas pasas
Pedro A. Lillo García
Dietista-Nutricionista